Con una emotiva carta se despide la profesora Silvia Quintanilla


La profesora Silvia Quintanilla, que recientemente se ha acogido a retiro luego de una larga y destacada carrera, nos hizo llegar esta carta, dirigida a toda la comunidad COGGZAI.
"Queridos y recordados colegas, asistentes de la educación y auxiliares:
Definitivamente estoy fuera del sistema. El viernes, durante la ceremonia de "Reconocimiento a la trayectoria docente", una gran pena invadió mi corazón. Debí reconocer que era cierto, ya tenía que alejarme de mi segundo hogar, dejar de verlos diariamente, de compartir las penas y las alegrías, las preocupaciones, las planificaciones...
Desde hoy ya no sentiré los besos de los niñ@s con sus labios con dulce o con sus caritas sucias (eso a mí no me importaba), ya no escucharé el "tía, tía...". En estos momentos recuerdo mis primeros años de trabajo, cuando debía llevar la manito del niñ@ para que hiciera un ejercicio de apresto...¡cuántos años han pasado y cómo ha cambiado todo en educación! pero lo que nunca cambiará es el cariño, ejemplo y dedicación que un maestro y una maestra entregará a sus alumnos y alumnas y a través de ellos, a sus padres.
Amigos y amigas, si me permiten que les llame así, les recordaré a cada uno de ustedes con afecto, de cada uno aprendí y me fortalecí, pues juntos formamos un gran equipo. Eso es lo que espero siga siendo MI colegio ¡un gran equipo!
En el COGGZAI aprendí mis primeras letras, tuve los primeros desafíos y victorias. No sé en qué momento se desarrolló en mí la vocación de profesora, pero fue lo mejor que pudo suceder y no me arrepiento ya que obtuve grandes satisfacciones.
Hoy me invade la nostalgia y la lluvia que cae hace más triste este momento, pero ¡ánimo! a ustedes les queda mucho por hacer, los niñ@s les esperan cada día y estoy segura que cada uno de ustedes se entregará por entero a tan bella labor.
Para todos los asistentes de la educación, ¡gracias por facilitar el quehacer diariamente!, a los auxiliares ¡gracias! vuestro trabajo es importantísimo. ¡Ah! un saludo cariñoso a las mamás monitoras. Juntos hacen que el colegio sea reconocido como el mejor y así será por otros cien años.
Con cariño,
Silvia".